Guingo, un maestro anónimo

Tan anónimo que ni el mismo sabe que lo es. Se trata de mi vecino, un joven de unos 30 años de edad y que cuenta con uno de los potenciales más impresionantes que persona alguna pueda llegar a tener.

Sin embargo, no todo es color de rosa para Guingo, por razones poco claras incluso para su familia, sus habilidades motrices fueron interrumpidas a temprana edad.

No habla, no presenta movilidad alguna en brazos y piernas lo que lo ata a una silla de ruedas todo el día haciéndolo enteramente dependiente de los demás, no recibió educación especial, su único movimiento corporal es del cuello hacia arriba y lo hace forzada y toscamente, su dentadura presenta avanzado deterioro, su propia madre comparte espacio con él, limitada por la edad a otra silla de ruedas y recibe poca atención de la gente que le rodea.
A pesar de todo lo antes mencionado, Guingo es capaz de recibir y procesar información, entiende de lugares, personas y cosas. Conoce el idioma, transmite su necesidad de alimento y aseo, reconoce el dinero, los regalos y la complejidad de una situación.
Esta combinación de imposibilidad física y capacidad mental convertiría a cualquiera que estuviera en su lugar en un infeliz, malhumorado y arruinado ser, pero es donde entra en acción el potencial al que me referí al principio.

Guingo siempre sonríe. A veces llueve y es salpicado, pero no hay nube capaz de borrar su sonrisa, a veces el sofocante calor seca sus labios ante un olvido por hidratarlo, pero ni el mismo desierto impediría el confort que brinda su singular mirada y alegre movimiento de cuello. Mis cargas personales me hacen olvidar su presencia cuando paso por su frente, un chispazo me lo recuerda y al voltear, recibo el mas cálido gesto de aprobación.
Aunque Guingo no lo sabe, con frecuencia me avergüenzo en su presencia. Su estado me pone a pensar en la cantidad innumerable de ventajas que poseo sobre él y aun así por momentos cedo ante presiones externas que tachan violentamente mi buena disposición y actitud, poniéndome a la defensiva ante todo y todos.
Tampoco logro entender cómo es que mucha gente teniendo tanto muestra tan poco agradecimiento. Maldicen si alguien se atraviesa en su camino, trabajan pobremente en venganza contra la empresa, la familia, la iglesia o los vecinos por una simple y a veces hasta inexistente ofensa, se comportan como perros a los cuales se le sustrae la comida, como olas que van según la marea, como dado que ofrece una cara diferente cada vez que se lanza. Solo que no somos perros, ni olas, ni dados.

Somos seres especiales que tenemos la capacidad de decidir por y sobre nuestros estados de ánimo y sentimientos.
Guingo enseña aun sin palabras que por más complicada que sea la situación siempre habrá alguien en peor estado, que molestarse no solucionara nada y que es posible sobreponerse y seguir adelante sin tener que recurrir a dañar a las personas que nos rodean y a nosotros mismos.

Es un gran maestro en el anonimato, comparte a diario sus instrucciones conmigo y creí pertinente brindarles algo de lo que tan fielmente recibo en su presencia que empieza con una sincera sonrisa.
anyelomercedes27@gmail.com

La moraleja jamás contada detrás de la fábula del pavo y el burro


Había una vez según dice el cuento
Un pavo de granja que vivía del cuento
Siempre se burlaba de un burro que había
Trabajando siempre de noche y de día
Y burro lloraba y el pavo reía...
Esta es la porción inicial del merengue “el pavo y el burro” que popularizaron los Hijos del Rey en República Dominicana a mediados de la década de 1980 y que se convirtió, con el paso del tiempo en un autentico clásico navideño.

La fábula es mucho más antigua que la composición y cuenta con varias versiones y teorías sobre su origen. Narra la historia de un pavo que se burlaba del burro por las intensas cargas de trabajo que le asignaban y la insípida paja que le daban de comer, mientras que él, era alimentado cuidadosamente por el amo y no tenía que trabajar.

A fin de año el burro necesito hacer un último esfuerzo de ir a comprar la cena navideña, pero al retornar no trajo carne pues la carne era su querido haters: el pavo.
Siempre que se narra sus moralejas giran en torno a decir que el que ríe ultimo ríe mejor, no envidies la posición de nadie, vive tu vida, etc. Quiero atreverme a exegetizarla de una manera diferente a lo anteriormente expuesto, pues se parece mucho a la condición humana.
Los burros no tiene vida social, se la pasan trabajando, estudiando, emprendiendo la mayor parte del tiempo, son considerados antisociales y aburridos.

 Los pavos por su lado son los más populares, agradables, hacen reír a la gente y cuidan con esmero su larga cola y mas si de un real se tratase, no se esfuerzan en gastar energías aprendiendo nada, no porque carezcan de inteligencia sino todo lo contrario, consiguen sus objetivos según parece fácilmente y encajan rápido en cualquier circulo social.

 Esta condición exige al burro el tener que esforzarse mucho más, se ve compelido a trazarse metas claras y precisas a corto, mediano y largo plazo, el pavo en cambio vive su día a día. El burro tiene que agendar la paciencia en su bulto de virtudes pues continuamente es asediado por el pavo que no para de criticarlo.

A primera impresión es mejor ser pavo que burro sin embargo, el refajo del pavo es alzado por el brisal indetenible de los cambios que trae consigo el tiempo y todos terminan por contemplar su verdadera apariencia. Pues por más habilidad, en algún momento la falta de preparación, de disciplina y entrega en lo que se hace terminara por notarse, es simplemente carne para fogón.

 Los burros no lo tienen fácil, pero a fuerza de trabajo sus músculos intelectuales se fortalecieron, su inteligencia y tacto se agudizaron y al término del año de sus vidas pueden alzar con orgullo sus cabezas y reposar tranquilamente en paja nueva. "Al final el pavo lloraba y el burro reía." 

¿Cómo convocar exitosamente una reunión?

Algunos equipos de trabajo independiente como son los grupos escolares, de tesis, deportes, de intereses temporales, ministerios cristianos, de ayuda y otros similares, presentan dificultad para unificar todos sus miembros en una reunión. Por lo general, uno o dos miembros de los llamados "vitales" poseen una apretada agenda, que le impide participar activamente y esto provoca que el líder en cuestión se vea compelido a posponer hasta nuevo aviso, variar la fecha y maldecir con frecuencia.
Esta situación tiende a provocar resultados desastrosos, improvisación a la hora de la verdad, dejar todo el trabajo a un solo miembro del equipo, desconexión emocional hasta llegar finalmente a la disolución. A todos los que en algún momento nos ha tocado liderar un grupo similar nos ha pasado.
A continuación presento algunas sugerencias que me han funcionado bastante bien y con las cuales he logrado la participación activa y a tiempo de la mayoría de los miembros.
  1. Programe con anticipación. Es prudente solicitar el encuentro con por lo menos 15 días por delante como mínimo, en fecha y horario razonable y que no coincida con ningún evento reconocido, para evitar las excusas.
  2. No consulte a "todos" los miembros. Es común leer en grupos de trabajo de Whatsapp peticiones de fecha, lo que termina por desatar un tremendo berenjenal pues como es de esperarse todos opinan y tienen sus propias actividades.
  3. Imponga. Luego de un análisis inteligente de los horarios apropiados y haberlo conversado personalmente con uno o dos de los miembros más influyentes, establezca usted como líder el día, lugar y hora de la reunión.
  4. Promueva. Siempre en términos positivos, destaque la importancia de la misma, lo que se logrará, así como algunas pinceladas de la agenda de ser necesario.
  5. Cumpla lo prometido. Empiece y termine a tiempo, omita los "comentarios comerciales", luego del deshielo inicial vaya al punto y cerciórese de que cada miembro sale consciente y comprometido con lo que tiene que hacer. Esto sembrara un precedente y estimulara la participación en futuros encuentros.
Como recomendación final, no se desanime porque falte algún miembro de "gran importancia", trabaje con lo que tiene a mano y luego comunique lo que decidió la mayoría. Trabaje bajo la premisa de que "el que falta no hace falta".
anyelomercedes27@gmail.com

Yamasá se resiste a la delincuencia, a pesar de algunos actos bochornosos, todavía se vive en el municipio.






Debo reconocer que mi pueblo ha cambiado bastante, aun así, en relación con otras partes del país, Yamasá es un pedacito de cielo”. Esta es la visión de Angela Acosta una residente de toda la vida en Yamasá, la cual niega que su municipio se haya tornado violento como consecuencia de la delincuencia, sus palabras las hace concordar con sus actos, pues al solicitarle una entrevista contrario a la costumbre general, nos recibió con toda el amor posible, no mostró temor o desconfianza en ningún momento y ni siquiera procedió a solicitar credenciales. “Tenemos cosas que mejorar, los puntos de venta de droga son el cayo de los pies de Yamasá, pero aqui tu no ves esa ratería que se exhibe y vive en la capital por citarte un ejemplo”

Sobre el Lugar. La porción territorial que hoy es denominada Yamasá, fue inicialmente habitada por residentes de Villa Mella que se instalaron allí en 1859 y que para el censo de 2010, sin contar los distritos municipales, ascendía a poco más de 29,000 personas, según la Oficina Nacional de Estadística (ONE), su producción está basada en la agricultura y la ganadería, siendo el cacao orgánico su prima fuente de ingresos.
El sacerdote opina. La posición de Angela Acosta es ligeramente compartida por el sacerdote Leonel Polanco quien está a cargo de la parroquia del municipio.“yo no puedo decirte que aqui la delincuencia está ahogando a yamasá si, hay delincuencia, pero no a un nivel de alarma”, expresó. También precisó que la causa de la delincuencia no necesariamente es la pobreza como muchos alegan sino el estar lejos de Cristo. “tu no te vas a encontrar en las cárceles, con raras excepciones claro está, comuna de cristianos, pues la clave de una ciudadanía responsable la contiene las escrituras y quien busca de Dios no delinque”
¿Qué dice la policía local?.  Nada, al menos oficialmente, pues al visitar el destacamento este lucía atestado de personas que esperaban ser atendidas por situaciones diversas, un agente bajo condiciones de anonimato, nos dijo que el personal asignado al municipio no daba abasto para enfrentar a los delincuentes y que les faltaba  equipos diversos y óptimos para trabajar.
Un primer teniente estaba a cargo y nos pidió algo de tiempo para atendernos, pero luego de tres cuartos de hora, se nos acercó para informarnos que un superior le había ordenado no dar ninguna información.
Algunos divergen. Otros ciudadanos consultados dijeron estar asustados por el incremento de la delincuencia, los puntos de droga y el robo a agravado, sin embargo, al preguntarles si habían sido testigos presenciales o víctimas de algún acto delictivo la mayoría respondió que no.  


Contradicción. En una nota publicada por la periodista Xiomara Lara en el periódico Hoy de fecha 11 de febrero 2017 bajo el título:  “De película. Hombres asaltan varias casas de Yamasá”, se narra tan solo uno, de varios actos delictivos que circulan en las redes sociales  y reportes aún recientes de noticieros nacionales.
Análisis. Estos eventos, combinados con las primeras declaraciones ya citadas, nos permiten captar una panorámica general sobre cómo anda la delincuencia en este importante municipio de la provincia Monte Plata. Se termina por creer que los habitantes de Yamasá en su gran mayoría son gente de trabajo, que solo unos pocos desafinan la nota de la paz, que las autoridades policiales no son capaces de cubrir efectivamente todo el territorio, que algunos temen declarar cosas ante las cámaras por temor a represalias y que se necesita una embestida estatal con el fin de evitar la degeneración y retroceder lo más que se pueda la delincuencia, convirtiendo a Yamasá en municipio modelo.
Esto de la mano de un reforzamiento de los clubes culturales, juntas de vecinos, las iglesias, mejor educación, fortalecimiento de los lazos familiares y la creación de oportunidades reales de desarrollo. Lograrlo no es fácil, pero sí posible, para eso al fin y al cabo se escogen las autoridades.

¿Han sido sobrevalorados los géneros periodísticos de opinión?


“Y mi recomendación final: Si es inevitable que esta situación continúe,... ¿porqué, doctor Balaguer, no se decide Usted a subirse en el avión o el barco y desaparece definitivamente de este país...?”


Esta es la porción final del artículo de opinión ¿Por qué no, doctor Balaguer?, escrito por Orlando Martínez en 1975 y que rebosó la copa de la intolerancia, causándole finalmente la muerte el 17 de marzo del mismo año. Según Rodrigo Santillan Peralbo, en el periodismo de opinión se expresan juicios y valores por lo que siempre se estará a favor o en contra de algo o alguien, lo que rompe de lleno con el con el concepto de imparcialidad que caracteriza la noticia.


Esta condición es la que le da profundidad a lo publicado, ya que solo con la noticia no tendríamos en la prensa escrita más que una máquina repetidora, por eso es preciso y necesario el ejercicio de un periodismo de opinión responsable, libre y que de cabida a todos los sectores sociales.       


Earle Herrera en su libro “Periodismo de Opinión” enumera los siguientes:
La carta del lector, el comentario, la columna, el artículo, la reseña, la crítica, el análisis y el ensayo periodístico que es el genero de opinión por excelencia porque contiene en su estructura los anteriormente citados.  


Para aprender a escribir se necesita primero leer concienzudamente a buenos autores, aprender a manejar las técnicas y finalmente, escribir. La web 2.0 ha propiciado las herramientas para poder llegar a la gente y transmitir un buen pensamiento, una idea.


Escribir da prestigio, poder, honorabilidad, se requiere de valor,  disciplina,  ética, profesionalidad y compromiso social.


Se observa con frecuencia a periodistas que venden su cabeza al mejor postor y que sin importarles un comino destruyen todo lo que se cruza por su camino. Otros en cambio utilizan la herramienta para exhibir sus resentimientos personales, pierden su identidad y enfoque, también el respeto.


Bien utilizados, los géneros de opinión son una fuente confiable para interpretar la realidad y sugerir cambios idóneos en la sociedad, contribuyendo de esta manera a forjar mejores ciudadanos, funcionarios comprometidos con su trabajo, gobernantes más humanos y países desarrollados en consonancia con sus propósitos de origen.


Mataron a Orlando Martínez pero no sus ideas, pudo en vida congraciarse y ganarse el favor del partido gobernante como muchos otros lo hicieron, pero prefirió no  traicionar su conciencia, mantener su postura y abogar responsablemente por el bien común. Es el tipo de profesionales de la palabra escrita que se necesita.

Anyelo Mercedes
829-446-7775